El viaje de vuelta de Angoulême fue muuuucho más tranquilo que el de ida.
En cuanto al éxito de la visita, pues tampoco estuvo tan mal. Con los de Dupuis puede que haya alguna posibilidad. Dijeron que contactarían conmigo y que quizás podrían proponerme algo para la revista "Spirou". Pero no concretamos nada. Ahora lo que toca es esperar, mirar el correo cada tres minutos y a ver si, con un poco de suerte, descubro un mensaje nuevo que me deje con esta cara:
De todas formas, si no me envían ningun mensaje tengo la tarjeta con sus datos, así que sé donde viven... que se preparen... jo jo jo.
Otros puntos de vista del mismo viaje en los blogs de mis compañeros de fatigas
David y
Patrick